La Escuela de Trabajo Social fue fundada el 17 de septiembre de 1929, siendo una de las más antiguas de Latinoamérica con una trayectoria de más de 91 años. En un comienzo, fue creada como fundación anexa a la Universidad y organizada por las hermanas Rebeca y Adriana Izquierdo.
La Escuela fue incorporada a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad en 1952. Posteriormente, en 1965, recibió el nombre de Escuela de Trabajo Social y en 1970 se divulgó el primer número de la Revista de Trabajo Social, que se publica periódicamente hasta el día de hoy.
Desde su fundación ha tenido una inclaudicable vocación pública, articulando la excelencia académica con valores éticos de dignidad y promoción de los derechos de la persona.
En su recorrido de casi un siglo, ha sido heredera de grandes vocaciones sociales, la realización de uno de los primeros diagnósticos de la protección social en Chile en 1932, la valoración de las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia y, en especial, de la perspectiva de San Alberto Hurtado, quien fue durante años un impulsor de proyectos sociales junto a las directoras de la época.
A partir de 1992, nuestra Escuela imparte un currículum conducente al grado de Licenciatura en Trabajo Social. Desde 2003, dicta el programa de Magister en Trabajo Social y el 2021 el Magíster en Trabajo Social Clínico.
También existe una preocupación sostenida en la Escuela por contribuir a la formación de sus egresados y otros profesionales a través de diferentes Diplomados de Educación Continua, lo cual amplía y actualiza constantemente la oferta de formación.
La carrera Trabajo Social, impartida en la ciudad de Santiago, campus San Joaquín, de manera diurna y presencial, se encuentra acreditada por siete años (periodo máximo de acreditación), hasta octubre de 2029, por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA).
Actualmente, la Escuela está celebrando los 95 años de existencia, período en el cual ha logrado consolidarse como un centro de formación académico de primer nivel en el país. Trabajando constantemente para mantener la calidad de nuestra enseñanza y que nuestros estudiantes -y ex estudiantes- puedan seguir perfeccionándose con nosotros para así, poder contribuir al país con profesionales capacitados para enfrentar las necesidades y cambios que está teniendo nuestra sociedad.
La misión de la Universidad nos desafía a colocar los contenidos de la docencia al servicio de los aprendizajes de nuestros estudiantes en el logro de la excelencia académica, y poner esta producción de conocimientos al servicio de la agenda social del país.
La Escuela de Trabajo Social es una comunidad que cultiva y comparte un saber orientado a comprender e intervenir innovadoramente en los diversos ámbitos de lo social, respetando a las personas en su diversidad y potenciando las condiciones que favorecen el desarrollo humano.
La misión de la universidad es que "la Pontificia Universidad Católica de Chile aspire a lograr la excelencia en la creación y transferencia del conocimiento y en la formación de personas, inspirada en una concepción católica y siempre al servicio de la Iglesia y la Sociedad". La Escuela de Trabajo Social busca contribuir a la misión de la Universidad a partir de su propio campo disciplinar articulando críticamente intervención e investigación social. Cultivando y difundiendo, a través de la enseñanza, un saber orientado a comprender e intervenir innovadoramente en los diversos ámbitos de lo social, que se pone directamente al servicio de la configuración de una sociedad más humana. Tal saber, asume en particular de la tradición ética del cristianismo el reconocimiento de la dignidad y derechos de todo ser humano, cualquiera sea su condición política, económica, social y/o cultural. En este marco, la Escuela de Trabajo Social se ha planteado como misión “la formación académica y producción de conocimientos de excelencia en Trabajo Social, que impacten de manera crítica e innovadora en la esfera pública, contribuyendo a una sociedad más justa”.
La visión de la universidad apunta a "querer una universidad que transmita, a través de su quehacer, el compromiso con su misión fundacional y una profunda identidad católica. Que en sus pasillos, patios, salas de clase, en los mensajes que entregamos a diario, en la relación que tenemos con nuestros alumnos, académicos, profesionales, administrativos y la sociedad completa, se refleje en plenitud el espíritu que nos inspira e ilumina". Asumiendo como base la visión de la universidad, la Escuela de Trabajo Social ha planteado la suya como “ser un referente en la disciplina de Trabajo Social en Hispano América, con liderazgo en innovación social en pro de la pluralidad y la justicia social”.